No hay nada que duela más que quedarte con la sensación de “es que lo tenía que haber hecho como yo pensaba”.
Ya, pero a la hora de la verdad aplicamos el "mas vale pájaro en mano que ciento volando". Nos agarramos a la falsa seguridad de modelar a aquellos que son expertos esperando conseguir resultados parecidos…
Ahora eres tú quien decide: Te pones un zapato como el que lleva ese gurú, un zapato que pinta más molón pero que te roza y no te resulta cómodo o apuestas por ti, por tu forma de hacer las cosas y mueres con las botas puestas.
¿Qué es lo que temes perder al mostrarte como realmente eres?
Comentarios