Trabajando como ingeniero, impartía cursos de formación. Los preparaba al milímetro (mi nivel de exigencia no me permitía otra cosa).
Me centraba en el valor de mi conocimiento, en lo que había preparado.
Hasta que recibí una lección en uno de los cursos (Fundamentos de FPGA, por si tienes curiosidad).
Llegué allí con mi actitud de "lo tengo dominaó" y ¡zas!
Recibí una dosis de realidad que me dejó noqueado. Los alumnos sabían tanto o más que yo sobre el tema.
Ahora ya no me agarro a mi conocimiento como el valor fundamental que puedo aportar.
Porque el conocimiento que tú tienes lo puede tener mucha gente, pero hay algo seguro: nadie cuenta las cosas como tú.
Repito: nadie lo va a contar como tú.
Cuando hablas en público, ¿cuál es el valor fundamental en el que te apalancas?
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